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Actualidad Colegial

Consejos para evitar una reclamación o una demanda

Las reclamaciones y demandas a dentistas están creciendo, y es de prever que sigan haciéndolo. No vamos a analizar aquí las causas de este fenómeno, pero sí queremos difundir una serie de recomendaciones, ya que constatamos que muchas de las reclamaciones que se reciben actualmente se pueden evitar o minimizar siguiendo unas recomendaciones muy sencillas:

1. El Consentimiento informado: 
Es un elemento clave en el mundo sanitario. Debe ser entregado antes de la intervención, con todo el proceso explicado minuciosamente y dirigido a la persona a la que se va a intervenir.
Siempre que sea posible, se entregará al paciente al menos con 24 horas de antelación, para evitar el argumento de no haber tenido tiempo suficiente para leerlo y comprenderlo.
Constatamos en muchas ocasiones que no hay consentimientos informados, o que tienen defectos o son demasiado generalistas. La ausencia de consentimiento informado o un consentimiento informado deficiente es un claro indicio de mala praxis profesional para un juez en el caso en el que una demanda terminase en un juicio.
En caso de que el tratamiento implique una intervención quirúrgica, el consentimiento debe ser escrito. También en los tratamientos de ortodoncia. En los casos en los que se realice verbalmente, recomendamos fuertemente anotarlo en la historia clínica del paciente, precisando que el paciente lo ha entendido y lo acepta.
Hay muchos modelos de consentimientos informados. El Consejo general de Dentistas desarrolló el programa Consin, generador de consentimientos informados, que está disponible para su descarga en el área exclusiva de colegiados, dentro de la web colegial www.coeg.eu.

2. Correcta realización de la historia clínica, columna vertebral de cualquier proceso asistencial:
La historia clínica de cada paciente debe ser completa y detallada. Es muy difícil desmentir a un paciente descontento, porque actualmente muchas historias clínicas son manifiestamente mejorables. Hay que plasmar el cuadro clínico del paciente y sus antecedentes, además de las incidencias que vayan ocurriendo, como incumplimiento de las recomendaciones terapéuticas o retrasos en las citas, junto a todos y cada uno de los actos clínicos que se lleven a cabo, para poder demostrar que en todo momento se actuó en beneficio del propio paciente.

3. Comunicación entre dentista y paciente:
El canal de comunicación entre profesional y paciente tiene que ser estricto. Hay que dejar claro al paciente qué le vamos a realizar y lo que supone para él. Este deber de información debe ser siempre verbal, tomarse el tiempo necesario para ello y reflejarlo en la historia clínica y en el consentimiento informado, tras lo cual, mediante su firma, el paciente consiente libre y voluntariamente a someterse al tratamiento propuesto y asumir los riesgos y complicaciones que ello implica.

En caso de requerir aclaraciones adicionales, no dudéis en dirigiros al Colegio.

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